lunes, 12 de septiembre de 2016

Aktobe (kazajistán)

Como estaba previsto, fue una pasada cruzar el puente sobre el Volga para abandonar Saratov, varios kilometros mirando a ambos lados, en los que no puedes parar ni cambiar de dirección, ni subirte al gigantesco bordillo que daba lugar a la estrecha acera.
Y la salida de Saratov muy sencilla, nada que ver con la entrada, se nota que los pueblos al este de Saratov son más pequeños, y el tráfico también es inferior.

3 días he tardado en salir de Rusia, pasando por algún pueblo pequeño, en los que no había más que una tienda donde reponer víveres, y por muchos campos de cultivo. Carretera llana y sin viento, fácil rodar por ella, y pensando en llegar a la frontera los kilometros se han pasado volando.

La verdad es que estoy encantado por mi paso por Rusia, entré con mucho escepticismo, por todo lo que me habían contado o había visto en televisión. Y me voy encantado con la hospitalidad de los rusos, por como te saludan desde los coches, por sus paisajes verdes durante muchísimos kilometros y por su bien clima, claro que he estado en la zona sur de Rusia en verano, pero me ha hecho un tiempo cojonudo.

Si quereis visitar Rusia hay muchísima información en la página web de Rusalia, que la lleva una chica de Valencia. Impresionante cómo lo explica todo y cómo responde a cualquier duda. Gracias Irena.

Y sin más llegué a la frontera Kazaja, justo antes de cruzarla me pasó algo que no me ocurría desde Alemania, y es que me equivoqué de carretera, 15 km, con sus correspondientes 15 de vuelta. Vaya cabreo cuando estás deseando cambiar de país hacer 30km improductivos.

El paso por la misma fue sencillísimo, en el lado ruso estuvieron un buen rato mirando el pasaporte, mientras que estaba esperando a que me lo devolviesen se acerca un ciudadano Armenio que estaba con su furgoneta justo delante de mi en la fila para cruzar, me pregunta que de dònde soy y al decir spanish, me dice lo único que sabe en mi idioma, que no es otra cosa que:
"Hola guapa qué tal estás, quieres bailar conmigo".. Reímos, y justo antes de que le dieran permiso para continuar me regaló un paquete de galletas, que devoré en la frontera al instante.

Y del lado kazajo ya se notaba otro ambiente, los militares más relajados, no tan serios como los rusos. La chica de la ventanilla hablaba inglés y me decía que cómo no tenía miedo de viajar solo. Y que tuviera cuidado en kazajistán, aquí ya no era en el país vecino donde me lo advertían, sino en el propio. Me selló el pasaporte, me dio la inmigration card y tengo 15 días gratis de visado kazajo.

Menudo subidón al pasar, el haber llegado hasta aquí desde España, solo en bicicleta, en menos de dos meses. Me adentraba en un país con una superficie que es más de 5 veces la de España, y con un tercio de población en comparación con nuestro país. Aunque en teoria es ilegal, como en casi todos los países que he cruzado, imaginad lo fácil que es acampar por aquí, Kazajistán es como un camping gratuito gigante todo para ti.

Nada más entrar me encuentro a un chico haciendo autostop, se llama Danir, es kazajo y lleva 5 meses viajando a dedo. Me comenta que ha recorrido más de 60.000 km por Rusia, Georgia, Kazajistán, Bielorrusia. Impresionante. Intercambiamos teléfonos y redes sociales y continúo por la lamentable carretera que me llevaría hasta la primera ciudad grande, Uralsk. Poco tráfico, pero los innumerables baches hacen imposible el rodar rápido. En esas me cruzo con una caravana con matricula alemana, que al ver mi bici para al momento, y charlamos un buen rato sobre nuestras rutas, no recuerdo su nombre pero era un hombre de unos 50 años que viajaba solo en la caravana, había estado en todos los "stan" pasando por sitios míticos como la Pamir highway, Samarcanda. Me da una envidia tremenda, nos despedimos con un abrazo. Ya me dirás que tienen en común un español y un alemán, pero al cruzarte con un europeo viajero estando tan lejos, la sensación es como si me hubiera cruzado con alguien de mi pueblo, con un conocido de toda la vida jej.

Acampé como a unos 40km de Uralsk, y pensaba al día siguiente hacer noche allí en hotel, pero al despertar me doy cuenta de que hay un radio roto, lo cambio, y cuando voy estoy apretando el eje de la rueda trasera con los acoples para el carrito, este se me parte. Imposible seguir, tengo un eje de repuesto normal, pero no para llevar el carro. Así que lo único que se me ocurrió en ese momento fue esconder el carrito en un bosquecillo de la estepa kazaja, e irme solo con la bici a buscar el repuesto a la ciudad. Ya en la ciudad pregunto, como puedo, en una tienda de bicis, enseñándoles el eje partido, y me llevan a un taller cochambroso cercano. Durante un rato andan buscándome algo que me pueda servir, y como no tenían nada, lo que hace es que descabeza el eje normal que tenía de repuesto. En fin un lio, un apaño casero pero que funciona y con el que puedo seguir. Así que vuelvo al lugar donde dejé el carro, y acampo exactamente en el mismo sitio que el día anterior.

Al día siguiente con el cabreo por la ruptura, no quería saber nada de ciudades ni hoteles, así que solo pasé por Uralsk para aprovisionarme hasta arriba de agua y comida, ya que iba a encarar la estepa kajaza, 500km hasta Aktobe en los que solo te cruzas con dos pueblos pequeños en todo el camino.
Y así lo hice, lo de la estepa es algo impresionante, estás kilometros y kilometros sin ver absolutamente nada, es como un desierto algo verde y amarillento, precioso.

Y allí empezó el carrusel de paradas de coches. Me pasó algo que no me había pasado en todo el viaje, y es que por primera vez me paró la policía, no me gustó mucho su actitud, solo me pidieron el pasaporte, no intentaron estafarme ni nada, pero no fueron nada serios, no paraban de hacer bromas diciendo mi nombre por la megafonía del coche, o me daban la mano y me la retiraban y se echaban a reir. En fin, algo molestos, graciosillos y nada serios. Por fin se fueron y pude continuar.

Pero no acabaron las paradas, se ha convertido en la tónica habitual del camino. Al rato paran dos personajes jóvenes unos 100 metros delante de mi, y me hacen parar. Tienen mala pinta, uno va con el brazo escayolado, y no parecen de fiar. Estoy en una carretera en mitad de la nada en la que apenas pasa ningún coche. Tras preguntarme lo típico que de dónde soy y dónde me dirijo, uno de ellos me hace con los dedos el típico gesto de dinero, y yo pensando, ya la hemos liado primer robo. Pues nada más lejos de la realidad. Los chavales solo querían hacerse unas fotos conmigo, y el gesto del dinero es que me lo estaban ofreciendo por si lo necesitaba por supuesto lo rechacé. Increíble, lección aprendida, nunca prejuzgues por las pintas.
Tras unas risas con ellos continúo. A los 5 minutos me pita un coche al lado, son otra vez los chavales, el copiloto baja la ventanilla y me enseña dos ramitas llenas de cogollos, me dice que si quiero marihuana, que me la regalan. Me rio, y les digo que gracias pero la rechazo, aquí alguno también me matará por no haberlo aceptado hehe. Por fin se van los personajes y continúo un rato tranquilo.

El resto de paradas es de curiosos que al ver la bici se interesan, algunos paran delante y te hacen parar diciendo salam aleikum, otros muy graciosos, paran más adelante y fingen que están mirando el estado de las ruedas, yo me rio cuando les veo, y al pasar por supuesto aprovechan para pararme. Algunos me ofrecen agua o comida, que muchas veces cojo con gusto, y casi todos quieren hacerse selfies conmigo.
Otros me hacen el gesto con las manos indicándome que es muy grande la bici más el carro, y que no les cabe en el coche, que sino me llevaban a Aktobe.
A lo que yo les respondo, que tranquilo hombre, que me encanta pedalear por tu país, la carretera aquí está bien, hace buen tiempo, es casi siempre llana, no sopla el viento, el paisaje es espectacular y apenas pasan coches, y la gente es supermaja.

También he visto los primeros camellos, y no me refiero a los colgaos de antes del coche, sino camellos de verdad, pastando en la estepa a sus anchas junto a las vacas.

Y así de bien he llegado a Aktobe. Ayer contacté con una pareja local de couchsurfing que me estuvieron enseñando la ciudad, y estuvimos cenando y tomando cervezas.
Hoy he vuelto a quedar con ellos, ya que al tener solo 15 días de visado, obviamente no me da tiempo a cruzar este vasto país, y me van a ayudar en la estación de trenes.
Veremos qué pasa porque me dicen que no hay espacio físico en los vagones para meter todo lo que llevo..

La aventura continúa, cada vez más cerca de China...

Parando a comer
Saliendo de Saratov
Últimos pueblos rusos
Últimos pueblos rusos
Con Danir, que viaja a dedo por el mundo
Carretera en obras, tramos horribles
Uralsk
Baches 
Selfies varios
Camello
Camello
Preciosa la estepa kazaja
Estepa
Llegada a Aktobe
Amigos en aktobe

Saratov - Mokrous 120 km
Mokrous - ozinki 140 km
Ozinki - (afueras) Uralsk 115 km
Uralsk - zhimpity 150 km
Zhimpity - almaznoye 140 km
Almaznoye - kobda 130 km
Kobda - Aktobe 130 km

6 comentarios:

Velarde dijo...

Increible ya en las tierras del gran Alexander Vinokourov!! Sigue disfrutando del mundo campeón! Un abrazo

Anónimo dijo...

Alucinante aventura Nando!desde aquí y gracias a tus excelentes relatos las vivimos con emoción. No dejes de relatar tus vivencias.besazos desde Cartagena

Maniche dijo...

Grande Saltamontes!

Anónimo dijo...

Hola amigo. Soy adolfo, un gallego que hace un par de años hico el mismo viaje que tu. Si te puedo ayudar en algo dímelo. Animo y recuerda que los dioses sonrien a los audaces
Tabernagabia@gmail.com

Anónimo dijo...

Buenos días Nando, que vértigo siento al leer tus descripciones, no dejes de escribir, estoy viajando contigo. Y ya sabes siempre mirando al frente sin dejar de pelear

arturo dijo...

Hola, soy un español que vive en Mexico, yo hice el
viaje de Argentina a Mexico de mochilero y quiero repetirlo, pero volando en parapente en todos los paises, si necesitas asesoramiento, mi correo es crazyes69@hotmail.com
Puedes estar en Chiapas, Mexico, en mi casa, aunque estare viajando por todo el continente americano y podriamos coincidir. soy mayor, pero llevo 18 años por Hispanoamerica.